domingo, marzo 04, 2012

Baño dominical del 97

"Y entre ellos, la única barrera que —dicen— es insalvable (morirse) y el único fin que justifica todos y cada uno de los medios (quererse)".
¿Así? ¿Es la única forma de no sentir dolor, de aislarnos hoy, es ese callejón seguro y a resguardo en una infinita avenida de luces? Yo no siempre fui esa persona que puede vivir alejado del ruido urbano, y en cinco minutos, traducidos en dos canciones (una y media, si me apuras) está dispuesto a alegrarte la vida en la medida de lo posible. De pequeño no jugaba mucho, no tenía muchísimos amigos, mamá ayudó a que todo fuese más fácil, pero es que realmente nunca fui persona encasillada y supongo que esa fue mi particular forma de revelación, revolución, relevación. Ver (vivir) la vida desde otro lado no fue mi objetivo, pero sí fue lo que sucedió, de modo que innegablemente quedaron renglones sin escribir, y otros que aún no fueron siquiera pasados por el corrector de Word. Hay tachones, mal-corregidos con Tipp-ex, palabras que no cuadraron y quise escribir, pero bueno, nunca dudes que la intención estuvo, lo hice por mí, por tí, por ellos, y últimamente demasiado. Si echas un vistazo al dictado que sería mi vida, puede que encuentres más de una incoherencia, hasta puede que a tu juicio tenga buena letra, aunque te pido no profundices ni leas más allá, puede que no te guste lo que encuentres.

(Aún así, he aprovechado para escribir en los márgenes, con letra pequeña de chuleta, he escrito a dos colores, con dos manos, para poder abarcar más)

1 comentario:

  1. Pues son esas incoherencias, esas faltas y tachones las que, creo, te hacen único y, es esa genialidad la que me encanta de tí ;)

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