Inspiración máxima,

"pero has venido, y es seguro
y vienes con tu mirada
y por eso tu llegada
hizo mágico el futuro"

 (Mario Benedetti)

Así comienzo mi homenaje a una persona que ha sido para mí un soplo de aire nuevo. Suponía el retomar la naturalidad, el ser como siempre he sido con quien he querido. Ahora supone todo. En cada parte de mí hay un hueco para él. Porque él es mi hermano. Él ha sido la persona con quien he descubierto que nunca se es demasiado mayor para soñar, y para vivir como un niño feliz en el cuerpo de alguien ligeramente más mayor. Y que el cielo es azul a diario, a diario lo hiciste y a diario lo hicimos. 

Y conseguir una superación tan grande sólo puede ser con un afán incesante por ser feliz, y de ser un auténtico revolucionario para todas las personas que nos sentimos halagadas sólo con estar a su lado. 

El azul y él nacieron del mismo sitio. Él es tan azul como el cielo, tan azul como el mar, azul-Huelva, azul de nuestros ojos.  Sólo él es capaz de hacer trendy los cordones utilizados como cinturones.

Él es mi amigo. Con mayúsculas y fosforito. Bueno fosforito no, con luz propia.