sábado, agosto 27, 2011

Halfway there


El morbo es un referente de vida. Al menos así lo creo. Escuchando esta tarde una de mis canciones máximas pensaba en lo excitante que resulta enamorarse. Es tétrico a la vez que lleno de luz, es un sendero árido, pero ya sabemos, sarna con gusto no pica. Cada persona acepta la responsabilidad, es una cruz en cierta manera autoimpuesta. Qué bello es recordar el olor a sangre, a sudor, a pasión, a sexo, a antiguo.. Utilizar la palabra bonito resulta fuera de lugar. Estamos en mitad del camino. Toma mi mano, lo conseguiremos. Dios, qué difícil establecer una línea entre deber y querer. Entre normal y amor. Take my hand, we´ll make it. I SWEAR. ¿Prometer? ¿Quién puede hoy en día prometer, sino puedo prometerme ni yo? Entrecierro los ojos, like a rock and roll player from tha 60´s. Once upon a time, not so long ago. ¿Podemos sentir la energía de alguien por medio de lo que dice? Creo que debemos mirar muy demasiado allá. Hemos creado, entre todos, una sociedad de mentiras y apariencias que lo hacen todo más difícil, pero más placentero. Horriblemente placentero. Llámame masoquista. Cuántos disparos habremos de recibir.


miércoles, agosto 24, 2011

Permutable

La idea de cambio es algo que fluye en mí a una velocidad trepidante. Muchas personas piensan que hay una franja de edad correspondiente a una serie de cambios de tipo físico y psíquico que van unidas, y que al concluir dicha "etapa", la persona queda en un estado de naturalidad permanente, es decir, deja de ser un ser fácilmente fascinable y fascinante, para ser un mero adulto. Pero no creo tal cosa. Hay personas que maduran, o que pasan  los límites de edad fijados, mejor dicho, y siguen siendo pequeños renacuajos que siguen nadando y aún no han desarrollado piernas. Es interesantísimo ver la relación entre el cambio y la autoaceptación. Por mucho que cambies, dicha permuta no se habrá concluido con éxito hasta que el cerebro acepte que ya no somos como antes, y que nos gusta nuestro nuevo estado. Por eso, tengas 13, 18, o incluso más de 50, si crees que aún puedes dar más de ti, que aún no te conformas con quien eres, pues no dudes en experimentar, en cambiar, en hacer cosas que en tí provoquen una absoluta felicidad, no buscando la autoaceptación, sino la autorrealización como seres imperfectos y en búsqueda constante de las posibilidades máximas que podamos ofrecer.
Lo que quiero decir con esto, si mis propios preámbulos me lo permiten, es que nunca creas que has crecido ni has vivido lo suficiente. Piensa que nunca debes conformarte con nada, que nunca hay nada que te llene plenamente. Y por ello, ¿hay algo más bonito o más inspirador que pensar que tenemos un mundo de posibilidades para llegar a ser "nosotros"? Un mundo entero de personas, de colores, de sensaciones y olores. Sal ahí fuera, y no vuelvas hasta encontrarlo. Y si no vuelves, sabré que lo has encontrado. Aquí o allí, qué más da. Nadie dijo nada sobre barreras. No las crees tú.

viernes, agosto 19, 2011

Y me encuentro conmigo.

Fue un buen comienzo. Es como solía empezar todo, una buena noche de viernes sólo en casa. Subo las escaleras, y voy apagando luz tras luz, para que no quede huella de a dónde me dirijo. Abro la puerta en completa oscuridad y me encuentro conmigo mismo. Allí me encuentro, sentado, en ropa interior, fumando un cigarrillo y escuchando mi canción favorita de hoy. Esa que tanto me llena y que tanto me hubiese gustado escribir. Tras escuchar y dedicar la letra a ese alguien, pienso: ¿quién necesita a nadie para hacer nada?. Y me tiendo, y miro las estrellas, y encuentro una que brilla mucho, y pienso en lo bello que sería nadar por el universo, oscuro y desnudo, como yo. Y una gran paz interior me invade, sigo en silencio, nada me perturba. Sigo tendido. El suelo está caliente. Percibo su olor que me resulta horriblemente placentero. Pienso en lo feliz que soy en este momento tan aislado. Tan ajeno a todo. Yo, sólo yo, perdido entre los tejados y el universo. Perdido en algún lugar entre un yo y un nosotros. Pero eso ni eso me hace pensar. Sólo yo. Aquí, ahora. La voz de Adam Levine me hace soñar. Ídolo. Ya quisiera yo salir sin camiseta en un videoclip. Pero no me importa. No quiero ser como nadie. No me cambiaría por nadie ahora mismo. Respiro de nuevo. Vuelvo a percibir ese calor tan agradable en mi espalda. El suelo que está debajo de mí me transmite una estupenda bienvenida. Aquí me quedo. Aquí pertenezco. Y lo pienso, y es cierto. Soy un puto vividor.

domingo, agosto 14, 2011

Y eso..

Me da pena no poder seguir el ritmo del mundo. Sentir que no puedo, que hay veces que me emociono sólo con verte en una foto. Y que todo sea tán difícil, tán difícil. Que pienses en que todo pueda ir bien, y que resulte lo contrario, que tengas que tragar saliva, y poner buena cara, mientras por dentro estás muriéndote, deseándo a esa persona que tienes al lado, esa persona con la que te levantas antes y  no puedes dejar de mirar su gesto mientras duerme. Que sea imposible tocarla, mientras su olor y su tacto son veneno que te llama, cual canto de sirena. Es tal la impotencia que se siente que puede que nunca salga de aquí. He esperado para verte y cuando estuve a tu lado, sólo soñaba en irme de allí, porque a cada segundo que no podía abrazarte me hervía la sangre y sólo quería escapar. Es, básicamente, horrible. Decirte, que me has ganado poquito a poco, sin mucho esfuerzo, pero lo has hecho. Que daría todo por tí aunque suene tópico, que no pienso en nadie más aunque lo intento, que tú vuelves siempre, o que nunca te vas. Que me muero por tocarte, por sentirte una vez más, por que nunca te marches y te quedes siempre durmiendo a mi lado. Y eso, que te quiero.



miércoles, agosto 03, 2011

To shout

Llegan momentos en los que necesitas despejar tu mente de males infundados. Y nunca te animas, y de repente sientes que no estás en paz interior, por lo que debes ser animado por una canción, tal vez, para hacerlo. Ya está bien de miedos, envidias, celos, inseguridades y demás cosas. No hablo de temores superados, hablo de fallos por superar. Sacarlo fuera vale más que condenarlo a callar. Y gritar que debes ser libre, no esclavo de nada ni nadie aunque sea difícil. Cédele al coraje un lugar y se feliz ante la gente y la presión de un mundo que, aún en las mejores, ahoga si piensas mínimamente dónde te mueves y hacia donde vas. Muestra los dientes y de verdad, confía en tí, mea culpa entono, quizá este miedo interior se deba a no haber sentido seguridad nunca en mí. Si algún motivo se ha instalado en tí, de dicha manera puede irse. Ser feliz, aunque pueda fallar. Siempre se puede rectificar.