sábado, diciembre 22, 2012

La experiencia gana

Tengo miedo de que la libertad no me llene, de que el espacio me aprisione.
Temo seguir sintiéndome solo en compañía, juzgar mis manos, adorar los actos, vanagloriar el desamparo.
Resumo en un millón expresando siempre en cero.
Temo también que la lucidez usual me desoriente, que el brillo de lo mate me ciegue y no ser capaz ni de lavarme la cara.
Asumo los errores primarios, las raíces troncadas, la tierra mal elegida o yo como planta mal sembrada.
Deseo no imaginar, sujetar con un alambre espinado las alas y cortarme la cabeza si es necesario.
Decir dicho de más, hacer hecho de menos, querido mal queriendo plus-querer, sentir no sentimiento certero.

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