viernes, septiembre 30, 2011

¿Cómo voy a querer morir para quedarme sin ti?

Echaba de menos el olor a cachimba en el salón. Las noches eternas en la calle con finales tan dispares como estrellas en el universo. Echaba de menos sentir la libertad de fumar un cigarrillo sin que nadie caiga en la cuenta de quien eres, pasear por Recogidas de tiendas con amigos, o solo. El olor a castaña asada en la puerta de una gran superficie. El perderme por los callejones eternos. El sentir la verdadera amistad y el puro éxtasis cuando estás en algún sitio y escuchas música que te gusta. Echaba de menos Granada.

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