sábado, octubre 01, 2011

Amor mío, abrígame, que esta noche ha refrescado.

Es duro sentir la soledad. La incomprensión. Descubrir que esta noche tu mamá no te dirá que ropa ponerte para mañana ir al cole, ni te arropará deseándote buenas noches. No sé como todo ha cambiado, cómo hemos llegado a este punto. No es que sea malo, pero es doloroso cuando eres débil como yo. No sé que ha pasado con aquellos tiempos en los que todo era precioso, vivías en una aventura, y ni costaba levantarse. En esos tiempos en los que dibujar sólo se hacía para sacar una sonrisa a tus padres. Ahora eso es distinto, nadie da nada por ti. Nadie arriesga, nadie. Porque nadie quería hacerte daño. Y ahora descubres un nuevo y potente enemigo, que eres tú mismo.

1 comentario: